La predominante altura de la ex Estación Ferroviaria
Belgrano nos lleva a mirar hacia arriba, hacia lo desconocido, donde observamos
variantes de geometría en techos, paredes, pisos, ventanas.
Usando una visión enfocada en lo micro descubrimos gran
cantidad de texturas, grietas, ranuras y vestigios, que a simple vista pasan
desapercibidos.
El sector forma parte del recorrido diario de familias,
parejas, grupos de amigos, trabajadores, que chocan y se mezclan con los
sonidos, tanto de motores, la mayor parte del día, como también el canto de
pájaros, más notable durante las siestas.
Cuando el sol cae, la iluminación, tanto interior como
exterior, atrae y muestra a todo aquel que transite por la zona, que este
edificio de alto valor patrimonial, sigue con vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario